El Fenton Bazaar: un mercado que no está sujeto al paso del tiempo

  • Saludos del comerciante jefe

    Nadie sabe cuánto tiempo lleva existiendo el Bazar ni cómo se mantiene a flote. Suspendida entre reinos, la isla flota a través del aire, el tiempo y quizás hasta el mismo espacio. Aparece sin previo aviso, se queda allí unos días antes de desaparecer de nuevo, atraída por momentos de gran necesidad u oportunidad. Quienes la encuentran por casualidad rara vez la olvidan, y quienes la abandonan suelen pasarse la vida entera buscando su regreso.

    El Bazar tiene una forma especial de atraer a los mejores comerciantes de todas las épocas: viajeros que, al presenciar sus maravillas, deciden no marcharse nunca. Aunque la entrada parece una carpa común y corriente, quienes entran se encuentran en el mercado cubierto más grande de la historia (o de cualquier historia, en realidad). En sus pasillos tortuosos, comerciantes de civilizaciones antiguas intercambian con vendedores futuristas, cuyas vidas parecen congeladas o alargadas por la extraña magia del Bazar. Algunos lo llaman un nexo de comercio, otros un rompecabezas incomprensible, pero para quienes lo consideran su hogar, es simplemente el único mercado que importa.

    La isla en sí parece casi viva, apareciendo precisamente cuando más se la necesita y luego desapareciendo en los momentos más inoportunos, a menudo justo cuando los comerciantes se van a reponer sus mercancías. Dispersas por el paisaje hay ruinas de origen desconocido: toscas paredes de piedra y herramientas primitivas que sugieren una construcción prehistórica, mientras que restos incomprensibles y futuristas insinúan una civilización mucho más allá de la comprensión moderna. Algunos comerciantes han dejado de intentar resolver los misterios del Bazar y han adoptado el dicho:

    "Si no puedo venderlo, no me interesa".

    Pero ya sea que uno venga a comerciar, a explorar o a perderse en los interminables pasillos de sus mercancías, una cosa es segura : el Bazar se mueve cuando quiere, y ningún mapa lo llevará de regreso a él.